viernes, 10 de abril de 2009

He enseñado a hablar a mi perro



Un eminente pedagogo al impartir una conferencia sobre los procesos de enseñanza aprendizaje, comienza de la siguiente manera:

"Señores, como especialista en enseñanza quiero comunicarles un logro extraordinario: he enseñado a hablar a mi perro y lo tengo ahí fuera esperando". Ante el desconcierto de los asistentes, el conferenciante insiste: "Si ustedes lo quieren ver, puedo hacerlo pasar para que lo comprueben".

Las miradas se clavan en la boca del perro para ver si, al menos saluda. El perro está desconcertado y silencioso.

Las miradas se dirigen al conferenciante para que explique lo que sucede. Y lo explica: "Ya se lo he dicho: yo le enseñé, pero el perro no aprendió.".

Miguel Angel Santos Guerra. En "Cuadenos de Pedagogía, nº 343, p. 10-


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¿En el mismo sentido?:La culpa de la desmotivación y los suspensos:

1 comentario:

  1. Enseñar y aprender son dos conceptos diferenciados pero muy imbricados. La enseñanza se refiere al esfuerzo del profesor y el aprendizaje se refiere al esfuerzo del alumno. Son dos conceptos diferentes, en tanto que suponen unas responsabilidades que no se pueden dejar de tener, el profesor debe cumplir con el esfuerzo de enseñar y el alumno debe cumplir con el esfuerzo de aprender. Están relacionados, implicados mutuamente. No se puede hablar de una enseñanza sin considerar lo que puede aprender el alumno, incluso no se puede hablar de una enseñanza que se ajuste a lo que efectivamente esté aprendiendo el alumno.

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